Por sus frutos los conocerán..dice la Palabra..hoy me puse a mirar los frutos de mi vida…no me dio muy favorable el balance..pero me dí cuenta de algo…todo lo que dejé hacer a Dios en mi y a través de mi, dio buen fruto…los frutos malos eran todos mios solitos…visto desde este punto de vista, para una persona que lucha con su perfeccionismo y su orgullo como yo, fue una “piña en el mentón”…pero después mirándolo con Jesús me dio alegría y gran paz saber que en eso se resume casi todo el Evangelio, “Dejar a Dios hacer en mi y a través de mi”…si uno no perdiera eso de vista con tanta frecuencia que fácil sería la vida…pero bueno…ya sabemos que la lucha contra nuestra débil carnalidad a veces es muy dura…lo cierto es que darme cuenta de que los mejores frutos de mi vida eran obra de la acción de Dios en mi y a través de mi, me hizo descansar, me hizo respirar aliviada…primero, porque quiere decir que algunas veces dejo a Dios obrar en mi y a través mio…o sea, en eso voy creciendo…y segundo, porque esa es casi la UNICA GRAN BATALLA que me pide Dios librar…disminuír yo, para que crezca Él…qué alivio es saber que tenemos UN GARANTE de nuestra vida, que no todo depende de nosotros, de nuestro esfuerzo…qué bueno es saberse sostenido por el amor y la sabiduría del Señor…qué liviano se siente uno cuando entiende que perdiendo la vida, o sea, dejándose en manos de Dios, es la manera más directa y simple de ser feliz…porque ya no es uno el que vive, sino ALGUIEN que vive adentro nuestro, CRISTO que carga nuestros dolores, que pone la fuerza cuando no la tenemos, CRISTO que inspira la palabra y el gesto oportuno cuando no sabemos qué hacer ni qué decir…Me pregunté…porqué no siempre lo veo así? Porqué cada día escucho más en la Iglesia el mensaje distorsionado del sufrimiento y la cruz?...El lunes me confesé..y le decía al sacerdote…”no puedo creer en el Cristo que escucho que últimamente me predican, no puedo creer en un Dios que nos deje impotentes frente al sufrimiento, no puedo creer en un Dios que me pida cargar una cruz SIN UN SENTIDO…no estoy diciendo que no acepto la cruz, sino que la cruz que Dios me pide que cargue siempre tiene un sentido...las otras cruces, no creo que vengan de Dios”…y el cura me quedó mirando y me dijo..no sé qué decirte…aprecio la humildad y la sencillez de este hombre de Dios, que en vez de decirme cualquier cosa, reconoció sus limitaciones…y se mandó a silenciar…lo cierto es que salí del confesionario con más dudas que respuestas…pero me dio una penitencia realmente inspirado por el Sr…“miralo a Jesús en la Eucaristía y dejá que te responda Él”…y eso hice…asi que me senté a preguntarle muchas cosas al Señor…últimamente, lejos de preguntarle y dejarme enseñar por Dios, aceptaba todo lo que me pasaba pasivamente, sin dialogar con Él, sólo pedía el Espíritu y alababa, pero realmente necesitaba como dice job “yo te preguntaré y tu me enseñarás”…asi que le pregunté muchas cosas y sentí claro que el Sr. me decía esto…”yo a mis discípulos cuando les anuncié que iba a morir, les dije que sufriría y moriría pero al tercer día resucitaría, y que moriría para salvar al mundo”…una cruz sin la esperanza de un final feliz no tiene sentido...pero el problema es que los hombres quieren cargar la cruz solos…así no quiero que carguen la cruz…porque esa cruz los destruye, les roba la esperanza, la fe, el amor, la alegría…déjenme a mi cargar la cruz con uds…. eso es lo que te pido…vi al Señor con los brazos abiertos diciéndome…”descargá en mi todas tus cruces”…asi que de a una, fui entregándole todas mis cargas, la cruz que Él me pide que cargue, y todas las otras cruces truchas…salí del Templo, sintiéndome otra persona…con la vista clara, sabiendo mejor qué hacer, dónde poner el esfuerzo, y dónde dejarlo a Dios hacer…y sobretodo, feliz de mi cruz…suena a locura, pero realmente, el Señor me mostró el sentido de mi cruz, y la abracé con amor, con alegría, con esperanza, como una madre que se levanta temprano todas las mañanas para llevar a su hijo a la escuela…se levanta temprano porque ama, porque sabe que la educación de su hijo es algo fundamental y bueno, porque la felicidad de su hijo, es también la suya….me dio un poco de bronca conmigo misma…porque soy lenta para ir a Jesús a buscar las respuestas, y las busco sin querer en sus representantes, y a veces a través de ellos me habla el Sr, pero más que todo Él quiere hablar personalmente conmigo…y sé que nada me libera más que cuando lo escucho hablarme…asi que básicamente, entendí que las cruces dan frutos de alegría, si las cargamos con Dios, dicho de otra manera, cuando dejamos a Dios cargar nuestra cruz con nosotros, los frutos siempre son de esperanza, alegría, y amor…cuando cargamos solos la cruz, los frutos son agrios…y me di cuenta en algo muy sencillo…últimamente salía de la misa cansada…y llegaba a casa, con mal humor, enojada, era capaz de ladrarle a mi familia “ NO VEN QUE ESTUVE CANTANDO 2 HORAS Y ESTOY CANSADA”!!! y así como eso, en un montón de otras cosas y áreas de mi vida…frutos agrios…frutos de Marivi…jajaja…es que sin querer me creí eso que tanto me repiten en todas partes“hay que cargar la cruz, hay que ser santo, hay que evangelizar”…y me olvidé que sin Cristo Resucitado, la cruz es insoportable, horrible, y mata al Espíritu…me olvidé sin querer de dejarme sostener por Él…y sobretodo me olvidé que no soy yo quién tiene que hacer, sino, que tengo que dejar a Dios hacer…es una sutil, pero fundamental diferencia, que cambia la vida, y nos hace pasar otra vez, de la ley a la gracia, del deber y la obligación, a la entrega generosa en libertad y por amor…no porque otros me digan, no porque ES LO QUE HAY QUE HACER; sino porque DIOS ME PUSO LAS GANAS Y LAS FUERZAS…dice la Palabra: es Dios quien pone el querer y el hacer, Él es todo en todos…
Escuchamos por todas partes esto de que “debemos evangelizar”…pero más que poner el acento en ganar almas, me parece que hay que ponerlo en recuperar la intimidad y la experiencia personal con Dios, porque es desde ahí donde el Señor nos hace NATURALMENTE misioneros que llevan a otros al encuentro real e íntimo con Dios…recordé esto que alguna vez me enseñó el Señor y lo quiero compartir, como una manera de recordarlo y no olvidarlo nunca más…Que el Señor nos enseñe a vivir bajo la Gracia! y así renueve la faz de la Tierra. Amén.
LA LEY fue dada por Moisés.
LA GRACIA y la verdad vinieron por Jesucristo (Juan 1:17).
LA LEY dice: haz esto, y vivirás (Gálatas 3:12).
LA GRACIA dice: vive, y entonces haz esto.
LA LEY dice: págame lo que me debes (Mateo 18:28).
LA GRACIA dice: yo te perdono todo (Lucas 7:42).
LA LEY dice: la paga del pecado es muerte.
LA GRACIA dice: el regalo de Dios es vida eterna (Romanos 6:23).
LA LEY dice: el alma que pecare, ésa morirá (Ezequiel 18:20).
LA GRACIA dice: Quienquiera que cree en Jesús, aunque esté muerto, aun así vivirá; y quienquiera que viva y cree en Él nunca morirá (Juan 11:25,26).
LA LEY pronuncia la condenación y la muerte.
LA GRACIA proclama la justificación y la vida.
LA LEY dice: hazte un nuevo corazón y un nuevo espíritu.
LA GRACIA dice: te daré un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de ti (Ezequiel 11:19).
LA LEY dice: maldito es cualquiera que no permanece en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley para hacerlas (Gálatas 3:10).
LA GRACIA dice: bendito es el hombre cuyas iniquidades son perdonadas, cuyo pecado es cubierto; bendito es el hombre a quien el Señor no imputará iniquidad (Romanos 4:7,8).
LA LEY dice: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza (Deuteronomio 6:4).
LA GRACIA dice: aquí está el amor: no en que nosotros amamos a Dios, sino en que Él nos amó prtmero, y envió a Su Hijo para ser la propiciación por nuestros pecados (1 Juan 4:10).
LA LEY habla de lo que el hombre debe hacer para Dios.
LA GRACIA cuenta lo que Cristo ha hecho por el hombre.
LA LEY se dirige al hombre como parte de la vieja creación.
La GRACIA hace a un hombre un miembro de la nueva creación.
LA LEY tiene que ver con una naturaleza inclinada a la desobediencia.
LA GRACIA crea una naturaleza inclinada a la obediencia.
LA LEY exige obediencia por el terror al Señor.
LA GRACIA suplica a los hombres por las misericordias de Dios (Romanos 12:1).
LA LEY exige santidad.
LA GRACIA da santidad.
LA LEY dice: condénalo (2 Corintios 3:6-9).
LA GRACIA dice: abrázalo (Lucas 15:20).
LA LEY habla de sacrificios sacerdotales ofrecidos año por año continuamente que nunca podían hacer perfectos a los que los ofrecían (Hebreos 10:1).
LA GRACIA dice: pero este Hombre, después de que ha ofrecido un sacrificio para siempre por los pecados . . . con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados (Hebreos 10:10,14).
LA LEY declara que los que han pecado en la Ley, serán juzgados por la Ley.
LA GRACIA trae paz eterna al alma atribulada de cada hijo de Dios, y proclama la salvación de Dios en desafío a las acusaciones del adversario. “Él que oye Mi palabra, y cree en Él que me envió, tiene la vida eterna, y no entrará en el juicio (condenación), sino que ha pasado de la muerte a la vida” (Juan 5:24).
jueves, 5 de agosto de 2010
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